lunes, 29 de diciembre de 2014

Cazar en Parques Nacionales

Finalmente la sensatez brilló por su ausencia y frente a la normativa comunitaria, los consejos de especialistas, biólogos, conservacionistas o la misma Unión Europea de Parques Nacionales, el gobierno ha modificado la Ley de Parques para prolongar el derecho de caza en dichos espacios protegidos al menos hasta el 2023....y gracias, porque la intención inicial era perpetuarlos. Al respecto se debe aclarar lo siguiente; el derecho de caza tan solo puede practicarse en terrenos privados por lo que en Parques Nacionales como Ordesa y Monte Perdido, donde el 97% del espacio protegido es de titularidad pública, la caza continuará estrictamente prohibida. Caso bien distinto es el de Cabañeros, origen de esta partidista y poco presentable reforma. La existencia de enormes fincas de caza, propiedad de los más granado de la élite empresarial española, provocó que ya en sus inicios, en 1994, amen de compensar económicamente con dinero público a estos dueños por las limitaciones que el Parque Nacional les generaba, se permitiera temporalmente hasta el 2017, la caza en sus cotos a modo de periodo de adaptación. Pero estos propietarios, viendo cerca la fecha de punto y final a tal incomprensible prebenda, han presionado al actual gobierno, encontrando en la figura del exministro Cañete, el paladín adecuado para defender lo indefendible....y gracias porque la intención inicial del ahora diputado europeo, fue la de aplicar la excepción Cabañeros a todos a los Parques Nacionales y no, como hasta entonces era, solo para el espacio castellanomanchego. Cazar en un Parque Nacional es una absoluta incongruencia. La cumbre de la naturaleza española perdería enteros ya no solo en su conservación sino de cara a su venta en el mercado del turismo ecológico y verde, si en Europa se asienta la idea de que la actividad cinegética en España, se tolera allí donde hasta entonces no se ha hecho. No es cuestión de demonizar la caza. Esta resulta enormemente rentable en lo económico, útil incluso desde el punto de vista medioambiental cuando hablamos de mantener a raya a especies que, como el jabalí, se han convertido en auténticas plagas que, entre otras afecciones, acaban con nidadas de animales tan escasos como el Urogallo o la Perdiz Pardilla. Pero en la actualidad, tan solo el 0,8% del territorio español se encuentra libre de postazos, convertidos en catedrales de la enorme riqueza natural del país. Algo nunca aceptado por aquellos que, desde la Federación nacional de caza, han presionado y, no nos engañemos, continuarán presionando, para cazar en el corazón de Ordesa. Terreno hay para todos.....solo hace falta un poquito de comprensión mutua...y mejores ministros.

viernes, 28 de noviembre de 2014

¿Cobrar por entrar en un Parque Nacional?

El pasado verano volvieron a resonar las voces tanto en el seno del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente como entre determinados ayuntamientos con territorios insertos en Parques Nacionales, defendiendo la necesidad de cobrar por entrar a dichos espacios protegidos.
La polémica no es nueva.
En un Estado Público en situación financiera supuestamente precaria, no son pocos los que pretenden convertir a las joyas de nuestra naturaleza, en focos de negocio.
El anterior ministro Cañete no tuvo ningún reparo en reconocer que debía sacarse todo el jugo al negocio que pueden generar estos espacios ya no solo cobrando por entrar en ellos, sino permitiendo actividades cinegéticas o turísticas (vuelos, barranquismo, navegación...) o incluso buscando patrocinadores que colaboren a cambio de publicidad, en sostener su presupuesto.
Si la oleada privatizadora sacude ya los cimientos de logros sociales tan supuestamente incuestionables como la sanidad o la educación...¿Qué no ocurrirá con los Parques Nacionales entre una clase política que si algo la ha caracterizado, ha sido su poca conciencia sobre la importancia de conservarlos?.
Cierto que en la actualidad, durante los meses estivales, ya se paga por el billete de autobús Torla-Pradera de Ordesa. Pero no olvidemos que se trata de un servicio necesario para garantizar la conservación del valle y limitar los muy perniciosos efectos que 1000 vehículos diarios pueden provocar en su delicado ecosistema.
Ustedes, yo, todos, pagamos con nuestros impuestos la conservación del oso pardo, del quebrantahuesos, de los bosques de Ordesa, los ríos de Añisclo o la edelweiss de los Pirineos.
Si encima debemos pagar por visitar, suena a sobrecoste artificial, suena a que, más bien pronto que tarde, algunos pretenden convertir nuestro valle, en el Parque Nacional Repsol Ordesa.

viernes, 24 de octubre de 2014

Marcha atrás

¿Se imaginan ustedes una montería en pleno corazón de Ordesa?. Pues eso es precisamente lo que se pretende conseguir con la Reforma de la Ley de Parques Nacionales, ultima barbaridad perpetrada por el ahora comisario europeo de cambio climático Sr Cañete.
La caza en si, bien legislada, bien regulada, es no solo foco de riqueza, sino también incluso un método de equilibrio natural allí donde la acción humana ha roto el mismo. Es una realidad la superpoblación de jabalís o ciervos que se padecen en determinados montes y su terrible incidencia sobre otras poblaciones como perdices o urogallos.
Pero el lobby cinegético español nunca ha llevado demasiado bien que en el 0,2% del territorio natural nacional no se le permita cazar, por lo que sus presiones para que se desregule la protección al respecto de la que durante 100 años ha beneficiado a los Parques Nacionales han sido constantes desde el mismo 1918.
El problema surgió con la declaración del Parque Nacional de Cabañeros, en 1994 amenazado por un proyecto de campo de tiro. La existencia en el seno de estos territorios de incalculable valor de enormes fincas privadas pertenecientes a la flor y nata social y la resistencia de sus propietarios a dejar de cazar en dichos territorios conllevó una excepcionalidad; hasta el año 2017 se permitían batidas cinegéticas. Transcurrido ese periodo, Cabañeros pasaría a ser un Parque Nacional en todo su concepto.
Pero las presiones de dichos propietarios y la buena recepción de tales demandas por parte del exministro Cañete (muy cuestinado por su buena relación con ellobby cazador), consiguió que dicha autorización excepcional se pretenda convertir en permanente. Y para camuflar dicha excepcionalidad, no se les ha ocurrido otra que extenderla a los 15 parques nacionales españoles.
Una vez más, redactar leyes que se aplican sobre mayorías pero benefician exclusivamente a minorías...una manera inmoral de gobernar....pero como lo inmoral con maquillaje, puede convertirse en legal.

martes, 30 de septiembre de 2014

Un milagro blanco....

El Pirineo es reducto de muchos insobornables del frío.
Especies únicas, en algunos casos exclusivas que, con el retroceso generalizado de los glaciares y el ascenso de las temperaturas, encontraron en nuestra cordillera, su postrero refugio ibérico.
De ellas, tal vez una de las más extrañas y desconocidas, sea la perdiz blanca.
En mis charlas con montañeros o visitantes, incluso asiduos a Ordesa con años de experiencia, muy pocos conocen la existencia de este valioso ser, habitante perenne y recluso de las alturas más encrespadas y gélidas.
La Perdiz Blanca, muy extendida en zonas polares (de hecho se caza sin problemas por su abundancia en Islandia) apenas sostiene unas 900 parejas en los Pirineos, (censos antiguos de un ave que si por algo se caracteriza, es por no dejarse ver).
Algunas de ellas han encontrado en el macizo del Monte Perdido, la montaña calcárea más alta de Europa, uno de sus refugios más queridos.
Su peculiaridad radica en el cambio de plumaje, perfectamente adaptado al medio que la rodea....tonos marrones en verano, blanco inmaculado con la ceja roja (por coquetería) en invierno. Una capacidad extraordinaria de adaptación y supervivencia en un ambiente que puede rondar los -30ºC, con escasez de comida y el perpetuo acoso de águilas reales o armiños, sus únicos depredadores conocidos....salvo el hombre claro que con la masificación de altura o la construcción de estaciones de esquí en el hábitat  de la perdiz blanca, le ha complicado y mucho la existencia.
Hay especies como el oso, el bucardo o el quebrantahuesos que, a poco que las autoridades y locales se esfuercen, pueden conservarse.
Pero el mayor enemigo de la perdiz radica en el calentamiento planetario global cuya global solución encuentra globales egoísmos entre aquellos ciegos que ven más cerca aumentar el PIB del mes que garantizar el oxigeno de sus congéneres dentro de 100 años.

viernes, 29 de agosto de 2014

Perros y Ordesa....


Con la llegada de la temporada alta, irremediablemente, se reproducen los habituales inconvenientes que la normativa del Parque Nacional genera entre los dueños de perros.


La misma es clara: los animales de compañía solo pueden entrar en el espacio protegido si van atados.

Lamentablemente, algunos propietarios, desconocedores o poco concienciados, desobedecen de manera clamorosa su obligación de controlar a sus perros, lamentando luego dicha actitud, cuando les llega un mal recuerdo de Ordesa con forma de multa.

Al respecto es necesario recordar que lo que para nosotros es nuestro amigo y animal de compañía, uno más de la familia, para la fauna salvaje no es otra cosa que un depredador, un potenciador de su stress e incluso, un peligroso foco de enfermedades.

Al respecto se pueden relatar múltiples casos, como el pastor alemán que, azuzado por sus amos, perseguía manadas de sarrios en el circo de Carriata (testigo presencial fue este que escribe), el pitt bull que instigado nuevamente por su dueño, atacó a un guarda forestal en Calcilarruego cuando este le recordó que debía llevarlo atado o los indicios de enfermedad que se detectaron entre los últimos bucardos y que se sospecha, pudieron provenir de un animal doméstico mal vacunado.

Limitar el acceso de perros a Ordesa no es un capricho, sino una necesidad para evitar alterar más de lo debido, el delicado equilibrio del valle.

Otra cosa, eso si, es lo que acontece durante el verano.

Entre el 1 de julio y el 15 de agosto está prohibido el acceso en vehículo privado a la pradera de Ordesa, existiendo el ya conocido sistema de lanzadera en autobuses….autobuses donde está prohibida la entrada de perros, de tal manera que a los dueños, no les queda otro remedio que afrontar el Turieto Bajo para adentrarse en el valle.

Esto supone un serio hándicap para quien desea profundizar más allá en Ordesa, al suponer dos horas más de caminata.

Es por ello que no estaría de más el aportar una solución con forma de perrera donde los dueños pudieran dejar sus perros durante el tiempo que duraran sus excursiones, un proyecto por cierto, largamente planteado por la dirección del Parque y siempre postergado por la permanente falta de presupuesto.

También se ha planteado que dichas perreras deben ser construidas y mantenidas por parte de los establecimientos donde se alojan esos clientes, una solución onerosa e irreal, teniendo en cuenta que en localidades como Torla, solo los campings y no todos, permiten la presencia de animales de compañía en sus instalaciones.

En ambos casos la perrera se plantea como una opción de pago, algo que no comulga demasiado con el presupuesto de los propietarios de perros.

Otros pretenden optar por la solución francesa, es decir, la prohibición total salvo pastores ganaderos, animales de rescate o lazarillos.

Aducen para ello que resulta imposible y más costoso el tratar de controlar el comportamiento de los dueños, dado que en agosto especialmente, resulta más fácil encontrar un perro suelto que uno debidamente atado.

La solución parte de voluntad y dinero….pero lo segundo escasea y lo primero desaparece en cuanto lo hace el gentío, a mediados de septiembre, soterrada bajo un invierno que provoca un largo olvido….hasta el siguiente verano.

 

martes, 29 de julio de 2014

El Regreso del Bucardo...

El pasado 12 de julio, tras dos décadas de tiras y aflojas, negociaciones, zancadillas e impulsos, el gobierno francés acometió el Plan de Recuperación de la Cabra Montés (Bucardo en aragonés) en el Pirineo.
El Bucardo desapareció de la cordillera el 6 de enero del 2000, cuando el último ejemplar, una hembra solitaria, murió en el valle de Ordesa.
Desde entonces, el Parc National des Pyrenees intensificó sus esfuerzos por conseguir reintroducir este hermoso animal partiendo de ejemplares de las otras dos subespecies existentes, la "Capra Pyrenaica Victoriae" extendida en Gredos y la "Capra Pyrenaica Hispánica" presente en diversos macizos montañosos españoles.
El plan contaba con el beneplácito de expertos, Unión Europea y población local, que veía en el regreso de este emblemático animal, una posibilidad de ingresos procedentes tanto del turismo verde como de la actividad cinegética.
Sin embargo, los sucesivos gobiernos españoles sucumbieron a las presiones de los cazadores, interesados estos en no perder la exclusividad de una especie que tan jugosos ingresos reporta por su caza.
Francia se vio obligada no solo a declarar protegida la especie en su territorio (algo que no había sido legalmente realizado puesto que el último Bucardo se había extinguido al norte de los Pirineos en torno a 1860) sino que además, tuvo que recordar a España que los convenios internacionales la obligan a cooperar en la recuperación de especies presentes en otros países de la UE y que se hubieran extinguido.
Tras la pataleta que en 2013 dio el ministro Cañete, negándose por enésima aun sabiendo que legalmente estaba obligado, su marcha del ministerio de Agricultura y Medio Ambiente parece haber facilitado y acelerado las cosas.
De esta manera, hace dos semanas un rebaño de 12 ejemplares fue liberado en Pont de Espagne, en la frontera con el aragonés Valle de Bujaruelo.
El plan pretende la introducción de 160 ejemplares en dos rebaños; uno en la zona de Gavarnie y el otro en el Ariege con intención de alcanzar el medio millar de ejemplares en unos diez años.
En si, no tendría que suponer ningún problema dado que el Bucardo ha nacido para crear y criar en el Pirineo.
Al parecer tras surgir la noticia, de repente, las autoridades aragonesas parecieron recordar que en el Parque Natural de Guara, sito al sur del Sobrarbe y uno de los lugares más salvajes y mejor conservados del Alto Aragón, sobrevivía una relicta población de 70 bucardos, procedentes del coto de Bastarás, donde fueron ilegalmente reintroducidos en los años 90 y de donde se escaparon, prosperando por si solos.
Con buen tino, Modesto Lobón, consejero de medio ambiente del Gobierno de Aragón, ha optado por ignorar a aquellos que pretendían el exterminio de este reducto, y apostar por reforzar esta población con un centenar de ejemplares más procedentes de la sierra turolense de Beceite.
El Plan pretende acometerse el año 2015 con la suelta de los primeros ejemplares.
De momento, en la actualidad, la población de cabras monteses en el Pirineo es de aproximadamente 85 ejemplares que, como curiosidad, es la misma que se calculaba había....en 1890.
Esperemos que en una década pueda escribir otra entrada en este blog, anunciando que ya es sencillo ver tan prodigioso animal, correteando salvaje por los valles de Ordesa.

jueves, 26 de junio de 2014

El mar multicolor ha regresado

Un mundo rebosante pintarrajea de multicolor cada milímetro del Parque Nacional. El Pirineo se despereza y en pocos lugares lo hace con tanto brío y variedad, como en el más vetusto de sus espacios protegidos.
Se calcula que entre 1200.1300 especies flores jalonan la cordillera, alguna de ellas auténticos endemismos, como la Oreja de Oso. Flores que a escala global, solo pueden encontrarse en nuestros montes.
Las hay populares como la Edelweiss, estrictamente protegida y siempre apurada por el acoso de aquellos que no comprenden.
Las hay estéticas como el Lirio, omnipresente y colorida.
Y las hay desconocidas como la Flor de Lis o el Zapatito de Dama, dos auténticas joyas pirenaicas, objeto de deseo para aquellos que aman verlas sin tocarlas. En concreto, el Zapatito tiene un ámbito de distribución tan escaso que su sola presencia provoca la atracción inmediata de aquellos que la buscan, siendo el equivalente botánico a un Oso Pardo...una verdadera joya vamos.
Incluso, cosa poco conocida, Ordesa guarda entre sus joyas su propia planta carnívora, la grasilla, nada dificil de contemplar y siempre jalonada por los puntitos negros que son sus víctimas.
Nuestros antepasados no miraban al monte sin comprenderlo.
Su agudeza hacia el hábitat en el que sobrevivían, sin calefacción, todoterrenos ni wifi, les permitió aprovechar incluso las bondades de tan discretas criaturas....
De esta manera, plantas tileras, manzanillas, tomillos o fresas silvestres eran objeto de gran querencia...y otras como las calderonas temidas, por su poder ponzoñoso. Basta con contemplar un prado donde pasten vacas u ovejas, para descubrirlas...pues las vacas, que mugen pero no son tontas, las esquivan.
La más temida era la hierba de ballesteros, llamada así porque estos aguerridos soldados, presentes durante siglos en los castillos que defendían el Alto Aragón, las usaban para emponzoñar sus saetas.
Herbidas o directamente en boca, las flores y sus hojas, calmaban la sed, atenuaban los dolores de menstruciones o partos, cicatrizaban heridas, menguaban diarreas (o las causaban), vigorizaban...
En definitiva, invitamos a todos aquellos que lo deseen, a paseor por nuestros valles, con los ojos atentos a las curiosidades que nuestras riqueza floral nos ofrece.

viernes, 23 de mayo de 2014

Desarrollo y Planes de Gestión

Todo espacio natural protegido, debe regirse acorde a un Plan de Uso y Gestión respetuoso con la legislación y acordado con las autoridades, población civil, entidades ecologistas...
Los Planes de Uso y Gestión son instrumentos imprescindibles a la hora de garantizar el derecho al desarrollo de aquellos que conviven con el espacio protegido y el deber de todos a conservarlo y garantizar su sostenibilidad y viabilidad futura.
Por eso, aprobar un Plan resulta enormemente complejo.
Los municipios desean la parte positiva que un Parque Nacional trae consigo (incremento del turismo, empleo público, inversiones...) pero no quieren renunciar a actividades que consideran tradicionales (caza, pesca, tala...) o a otras que potencialmente, parecen rentar a corto plazo mucho más (construcción, estaciones de esquí).
Por otra parte los movimientos conservacionistas desean la protección a ultranza del territorio, en ocasiones con tal behemencia, que parecen olvidar el derecho de  los montañeses a determinados servicios (wifi, luz eléctrica, comunicaciones...) que en otros lugares peor conservados.
Y entre medio una administración sometida a las "visitas" de grupos de presión (cazadores, inmobiliarias...) que bien no desean proteger el territorio, bien directamente, pretenden que o no se proteja o incluso se derogue la misma sobre un territorio ya protegido.
Actualmente, estos grupos de presión incluso pretenden que se considere la actividad invernal como "labor tradicional" o que los límites de potenciales espacios protegidos, se acomoden a sus proyectos urbanísticos.
Por otro lado, determinados grupos ecologistas han llegado a presentar objeciones a proyectos tales como traidas de agua, luz o mejoras en carreteras en núcleos casi despoblados.
Ni uno, ni lo otro.
Por supuesto que hay actividades como la caza, incompatibles con la conservación de un Parque Nacional....prohibición que no afecta económicamente dado que la cinegenia no supone una cuota de mercado reseñable y que, sin embargo, diferencia el destino, imprimiéndole un incuestionable sello de calidad.
Todas las partes implicadas saben de la importancia de un Plan de Uso y Gestión, razón por la cual, entre la declaración de un espacio como protegido, y la aprobación del mismo, pueden incluso a pasar décadas, hundidos en una negociación de tira y afloja donde pocas veces se cede.
Ordesa, con casi un siglo de vida, ha conocido varios planes.
Planes que no han conseguido evitar las constantes presiones para adulterar el objetivo inicial de un Parque Nacional: Federaciones de Montaña para construir refugios de montaña mastodónticos en zonas sensibles, Asociaciones de Turismo de Aventura para que se permita la práctica del rafting o barranquismo, Sociedades de Cazadores para que se autorice la caza.....100 años después.
Ante ello, es necesario un Plan que corte en seco pretensiones tan absolutamente contrarias a la filosofía de un Parque Nacional, que suponen una pérdida de calidad en su conservación y en la imagen turística de quienes vivimos de ello y una hipoteca para el futuro de las poblaciones locales.

lunes, 21 de abril de 2014

Más que un Parque Nacional....

La presencia de un Parque Nacional no solo supone la protección de un extenso territorio.
La creación de un espacio protegido de esta categoría implica la asunción, ojo gratuita y sin contraprestaciones, por parte del Estado, de una serie de inversiones en los municipios que aportan hectáreas al Parque.
Si los beneficios de este deber público se pueden ver de manera palpable en localidades emblemáticas como Torla o Bielsa, son más discretos pero evidentes en aquellos que, más pequeños o aislados, han sido salvados de la despoblación o ruina "in extremis" por la inversión del Parque.
Pienso en Revilla, un nido de águilas hoy centro de una de las rutas más conocidas del Pirineo gracias a la presencia de quebrantahuesos y cuyo casco urbano, se ha visto notoriamente mejorado....pienso en Tella, cuyo centro de interpretación es el único edificio abierto los 365 días al año y su ruta de las ermitas de las más populares del parque...pienso en Bestué, Puértolas, Nerin o el ya despoblado pero aun en la memoria Escuaín.
De haber seguido el camino que llevaban, todos estos pueblos, ya no deberían existir.
Hoy viven.
Con sus problemas y carencias que son muchas...pero viven.
Y Ordesa, ha tenido un papel fundamental en este milagro.
Y luego, critican.