lunes, 21 de abril de 2014

Más que un Parque Nacional....

La presencia de un Parque Nacional no solo supone la protección de un extenso territorio.
La creación de un espacio protegido de esta categoría implica la asunción, ojo gratuita y sin contraprestaciones, por parte del Estado, de una serie de inversiones en los municipios que aportan hectáreas al Parque.
Si los beneficios de este deber público se pueden ver de manera palpable en localidades emblemáticas como Torla o Bielsa, son más discretos pero evidentes en aquellos que, más pequeños o aislados, han sido salvados de la despoblación o ruina "in extremis" por la inversión del Parque.
Pienso en Revilla, un nido de águilas hoy centro de una de las rutas más conocidas del Pirineo gracias a la presencia de quebrantahuesos y cuyo casco urbano, se ha visto notoriamente mejorado....pienso en Tella, cuyo centro de interpretación es el único edificio abierto los 365 días al año y su ruta de las ermitas de las más populares del parque...pienso en Bestué, Puértolas, Nerin o el ya despoblado pero aun en la memoria Escuaín.
De haber seguido el camino que llevaban, todos estos pueblos, ya no deberían existir.
Hoy viven.
Con sus problemas y carencias que son muchas...pero viven.
Y Ordesa, ha tenido un papel fundamental en este milagro.
Y luego, critican.