martes, 7 de junio de 2016

Un Paraiso para las Mariposas

Cuando uno sabe que camina en un bosque donde todavía moran urogallos, quebrantahuesos u osos, la verdad es que rara vez prestamos atención a la gigantesca riqueza entomológica de Ordesa….muy superior por ejemplo, al número de mamíferos que lo habitan. Y es que si tan solo nos centramos en las omnipresentes y hermosas mariposas, el 50% de las especies nacionales y el 80% de las pirenaicas, se encuentran presentes en nuestro Parque Nacional. De hecho, de las 131 especies de lepidópteros que habitan nuestros valles, 8 son exclusivas de Ordesa, un hecho que convierte al gran valle, en uno de los principales refugios europeos de mariposas. Cuando este que teclea apenas era un infante, observaba la afición de muchos por apresarlas y disecarlas. Uno de nuestros clientes más fieles y queridos, llegó a albergar una colección compuesta por miles de especies diferentes de cuatro continentes….a la par que una generosa colección de multas impuestas por parte de una guardería, harta de sus incursiones en el Parque Nacional. Porque como todo dentro del espacio protegido, las mariposas se ven, se disfrutan y se dejan estar en paz. Su variedad es fruto de la enorme diversidad de hábitats que van desde los bosques de ribera hasta zonas de alta montaña, adquiriendo especial importancia la presencia de rebaños pastando en las mugas, algo que los estudios han descubierto, resulta fundamental para la conservación de estas especies. De todas ellas, una de las más conocidas es la famosa Apolo, verdadero endemismo pirenaico muy codiciada por quienes gustan de contemplar mariposas. La importancia es tal que incluso en el mismo seno del Parque, en el olvidado rincón de Revilla (uno de los menos conocidos y más salvajes) existe una microreserva de mariposas, cuyo objetivo es salvar a la escasísima Maculinea Arion.